lunes, 10 de febrero de 2020


[…] igualdad democrática no puede significar el aplastar a unos y levantar a 
otros por los cabellos para nivelarlos, sino que igualdad democrática es equiva-
lencia de oportunidad educativa; en otras palabras, dar a cada uno la educación 
que necesita, la única que puede rendir provecho para sí y para la colectividad 
(maestra Carolina Tobar García citado en Padilla Arroyo, 2013:83).

miércoles, 30 de enero de 2013


El concepto de «barreras para el aprendizaje y la participación» fue desarrollado porBooth y Ainscow (Ainscow, 1999; Booth, 2000; Booth y Ainscow, 2002). Es un concepto nuclear en relación con la forma en la que los profesores deben enfocar su trabajo educativo con el alumnado en desventaja o más vulnerable a los procesos de exclusión.
Este concepto enfatiza una perspectiva contextual o social sobre las dificultades de aprendizaje o la discapacidad. Nos hace ver que tales dificultades nacen de la interacción entre los alumnos y sus contextos: las circunstancias sociales y económicas que afectan a sus vidas, la gente, la política educativa, la cultura de los centros, los métodos de enseñanza.
Como señala Echeita (2002) comprender la dependencia de cualquier alumno en situación de desventaja de los factores sociales que influyen inevitablemente en su vida y con los que interactúan desde sus condiciones personales nos permite apreciar que, cuando su entorno social respeta y acepta la diferencia como parte de su realidad,  se hace accesible en todos los sentidos y se moviliza para prestar los diferentes apoyos que cada uno precisa, la discapacidad se «diluye» y tan sólo nos encontramos con personas, sin más, que pueden desempeñar una vida autodeterminada y con calidad. Por el contrario, cuando su entorno se encuentra plagado de «barreras» (sociales, culturales, actitudinales, materiales, económicas,...), que dificultan, por ejemplo, el acceso al sistema educativo, su permanencia en él con calidad o la transición entre etapas y a la vida adulta, la discapacidad «reaparece». Por tanto, el propio concepto de dificultades de aprendizaje o de discapacidad, no puede entenderse sin la consideración del efecto mediador del contexto en el que se desenvuelve el alumno.
Las barreras  pueden coexistir en tres dimensiones:
·         En el contexto escolar (valores, creencias y actitudes compartidas). En los procesos de planificación, coordinación y funcionamiento del centro (proyectos educativos y curriculares, comisiones y equipos, dirección y consejo escolar, horarios, agrupamientos, distribución de recursos, etc.
·         En el contexto aulico; metodología de enseñanza, tipo de interdependencia entre los alumnos, prácticas evaluadoras, recursos, etc.
·         En el contexto socio familiar
Las barreras para el aprendizaje y la participación refieren aquellos factores del contexto que dificultan o limitan el pleno acceso a la educación y a las oportunidades de aprendizaje de los alumnos y alumnas. Según Tony Booth (2000), las barreras para el aprendizaje y la participación aparecen en la interacción del alumno en los diferentes contextos: con las personas, las políticas, las instituciones, las culturas y las circunstancias sociales y económicas.”
Desde la integración educativa hacia la inclusión, el uso del concepto de barreras para el aprendizaje y la participación es utilizado para identificar los obstáculos que las y los alumnos encuentran para aprender y participar. De acuerdo con el modelo social, las barreras aparecen a través de la interacción entre los alumnos y sus contextos.

La educación inclusiva implica procesos para aumentar la participación de los estudiantes y la reducción de su exclusión, en la cultura, los currículos y las comunidades de las escuelas locales.
La inclusión implica reestructurar la cultura, las políticas y las prácticas de los centros educativos para que puedan atender a la diversidad del alumnado de su localidad.
La inclusión se refiere al aprendizaje y la participación de todos los estudiantes vulnerables de ser sujetos de exclusión, no sólo aquellos con deficiencias o etiquetados como “con Necesidades Educativas Especiales”.
La inclusión se refiere a la mejora de las escuelas tanto para el personal docente como para el alumnado.
La preocupación por superar las barreras para el acceso y la participación de un alumno en particular puede servir para revelar las limitaciones más generales del centro a la hora de atender a la diversidad de su alumnado.
Todos los estudiantes tiene derecho a una educación en su localidad.
La diversidad no se percibe como un problema a resolver, sino como una riqueza para apoyar el aprendizaje de todos.
La inclusión se refiere al refuerzo mutuo de las relaciones entre los centros escolares y sus comunidades.
La educación inclusiva es un aspecto de la sociedad inclusiva

Una Escuela para todos y todas, está orientada a la creación de comunidades escolares seguras, colaboradoras, amables y estimulantes en las que todos en general y cada uno en particular son valorados en sí mismo. Se busca que los valores de la organización educativa sean compartidos por todo el profesorado, el alumnado, las familias, de forma que se transmitan a todos los miembros de la comunidad educativa. La inclusión se refiere al aprendizaje y la participación de todos los estudiantes vulnerables de ser sujeto de exclusión, por condición social, económica, cultural, étnica, lingüística, por capacidades y todo el resto del alumnado que encuentra barreras para su aprendizaje y participación en las prácticas educativas de la escuela.

Caminar hacia una visión de escuela inclusiva se dirige a los procesos de mejora de las escuelas, orientando su preocupación por superar las barreras para el acceso y la participación de los estudiantes, percibiendo la diversidad, no como un problema a resolver, sino como una fuente de riqueza para apoyar el aprendizaje de todos.

La inclusión educativa se refiere al refuerzo mutuo de las relaciones entre las instituciones educativas y sus comunidades, en la que escuela para todos y todas, es un aspecto relevante, y es mediación clave para la construcción de una sociedad inclusiva.

La inclusión en nuestro país se encuentra en un proceso de construcción que pasa por la formulación de las políticas educativas para que mejore el aprendizaje y la participación de todos los estudiantes, incluido aquellos que presentan necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad, la misma que viene siendo legitimada como una preocupación de todo el sistema.


En este marco, se hace necesario enfatizar el concepto del "apoyo" elemento esencial para que este reto sea posible, considerando el mismo, como todas aquellas acciones que aumentan la capacidad de un centro educativo para atender a la diversidad del alumnado. Todas las modalidades y formas de apoyo deben estar concentradas dentro de la perspectiva del desarrollo de los estudiantes más que desde la perspectiva del centro o de las estructuras administrativas.

Una propuesta educativa que pretenda desarrollar una educación para superar las barreras de aprendizaje, en este caso en particular de estudiantes con necesidades educativas especiales deberá promover proyectos educativos y curriculares que superen estos obstáculos, creará redes de centros inclusivos que permitan poner en común sus buenas prácticas educativas, promoverá la coordinación de los agentes educativos para una adecuado apoyo en la superación de las dificultades y potenciará movimientos de familias y una movilización social en favor de la inclusión educativa de todo el alumnado en la escuela.
La definición de Barreras para el aprendizaje y la participación, se implementa por primera vez en el nuevo modelo de atención en educación especial producto de la Reforma Integral de Educación Básica en México (RIEB 2006). Al delimitar las barreras de aprendizaje y la participación existe cierta concordancia con los retos y compromisos que asume el Sistema Educativo Nacional en la RIEB, que se enlistan de a acuerdo con las prioridades y jerarquías de las siguientes necesidades:
·         Lograr reducir las brechas en el acceso a la Educación Básica y a la capacitación para el trabajo entre las y los alumnos de los diferentes grupos vulnerables.
·         Atender a la segregación de estudiantes en los centros escolares. Esto tiene dos efectos, por una parte impide a las y los alumnos aprender de experiencias distintas a las propias y, en segundo lugar, significa que en las escuelas en las que se concentran los estudiantes con iguales características tienen menor capacidad para reclamar los derechos educativos de sus hijos.
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BAJO  ESTA PREMISA DE LA INCLUSIÓN Y LAS REFORMAS A  LA EDUCACIÓN BÁSICA ASÍ COMO  LA IMPLANTACIÓN DEL PLAN  DE LA USAER ,EN LAS ESCUELAS SE HAN EXPERIMENTADO DIVERSOS CAMBIOS EN LA OPERATIVIDAD,  LO CUAL HA GENERADO EN ALGUNOS CASOS EL DESCONTENTO DE PROFESORES DIRECTIVOS Y PADRES DE FAMILIA.
LA RESISTENCIA DE ALGUNOS DOCENTES Y LA FALTA DE UNIFICACIÓN DE CRITERIOS EN LA OPERATIVIDAD HAN SIDO ASPECTOS QUE HAN DIFICULTADO ESTE PROCESO, SIN EMBARGO EL ROMPER CON ESTRUCTURAS DE TRABAJO IMLICA UN PROCESO CONTINUO DE REFLEXIÓN Y ANALISIS, PARA ELLO SE DEBEN DE CONSIDERAR LOS ASPECTOS QUE SE FAVORECEN CON ESTE NUEVO MODELO PROPUESTO Y OFERTAR EN LAS ESCUELAS  LAS VENTAJAS  DE LA APLICACIÓN DEL MODELO, ENTRE LAS CUALES PUEDO MENCIONAR:
·         ANALIZAR LOS CONTEXTOS PARA IDENTIFICAR LAS BARRERAS PARA EL APRENDIZAJE Y LA PARTICIPACIÓN QUE ENFRENTAN LOS ALUMNOS Y BAJO ESTA MIRADA DISEÑAR ESTRATEGIAS PARA DISMINUIRLAS O ELIMINARLAS CON UN ENFOQUE DE ASESORÍA, ORIENTACIÓN Y ACOMPAÑAMIENTO.
·         EL ALUMNOS QUE ENFRENTA BARRERAS PARA EL APRENDIZAJE Y LA PARTICIPACIÓN, NO ES ETIQUETADO Y SE OFRECE AL DOCENTE UN ABANICO DE HERRAMIENTAS PARA ENRIQUECER SU LABOR EDUCATIVA Y AL GRUPO MÁS ATRACTIVOS SUS APRENDIZAJES.
·         SE FOMENTA EL TRABAJO COLABORATIVO EN LAS ESCUELAS.
·         SE PRETENDE QUE LOS PADRES TENGAN MAYOR PARTICIPACIÓN EN LAS ACTIVIDADES ESCOLARES Y SE MODIFIQUEN LOS AMBIENTES FAMILIARES.
SE REQUIERE CONTINUAR OPERANDO BAJO ESTE MODELO LO QUE IMPLICA ABANDONAR PRÁCTICAS TRADICIONALISTAS Y CAMBIOS DE ACTITUD.


REFERENCIAS:
• Booth, t. y Ainscow (2000) m., Guía para la evaluación y mejora de la educación inclusiva. España, Madrid, Universidad de Madrid, Facultad de Formación del Profesorado y Educación, Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. • Mexicanos Primero A. C (2009), Contra la pared. Estado de Educación en México, México. • México ante la crisis: hacia un nuevo curso de desarrollo. • SEP (2006), “Orientaciones generales para el funcionamiento de los servicios de educación especial”, México, pp.16-34. • Ulloa Manuel (2010), “Evaluación para construir equidad” en Educación 2001, Num. 176, Enero 2010, México, pp. 7-9.
Escrito por misgabiflorestorres el 15/07/2010 20:21

jueves, 22 de marzo de 2012



JOSÉ GIMENO SACRISTÁN 



"DE DONDE PARTIR" 

No hay que empezar por dónde, sino por todos los sitios a la vez. Es decir, el cambio en educación significa atacar sistemáticamente a todas las variables que están incidiendo en el proceso, empezando por las más estratégicas, que para mí son dos: el profesor y la institución escolar. Pero vendría otra transformación para algún ámbito de la enseñanza: cambiar por ejemplo los libros de texto, los materiales, los contenidos. Pero aunque cambies la institución y aunque cambies el maestro, ese maestro tiene que trabajar con cuarenta niños. Y ustedes me dirán cómo trabaja un maestro con cuarenta (o treinta, o veinticinco) niños durante cuatro o cinco horas, man teniéndolos en orden, procurando que aprendan algo, y sin material pedagógico. Salvo que vayamos a una escuela feliz, del estar tranquilos y todo eso, no puede. El cambio en las ideas es condición necesaria pero no suficiente para que el cambio se produzca en la realidad. Asimismo, un cambio sin cambio en las ideas sería un cambio no dirigido o dirigido por otro que no sería el profesor.